Sin cambio climático, la ola de calor inglesa hubiera sido de 36 °C

La extensión y la magnitud de la ola de calor que afectó a Reino Unido sólo fue posible gracias a la contribución humana al cambio climático, dice un nuevo estudio de atribución.

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Casi 1000 personas perdieron la vida a causa de las elevadas temperaturas.

El lunes y martes 18 y 19 de julio de 2022, una ola de calor excepcional afectó a gran parte del Reino Unido y, por primera vez en la historia, debieron activarse los sistemas de alertas por calor y de salud. Se alcanzaron los 40,3 °C en Coningsby, Lincolnshire, rompiendo el récord anterior de temperatura máxima de 38,7 °C establecido en 2019. Se batieron récords locales en 46 estaciones de todo el país. Las temperaturas mínimas también fueron extremadamente altas, con 25,8 °C en Kenley, Surrey, rompiendo el récord anterior de 1990 en 1,9 °C.

El evento fue tan sorprendente cómo peligroso. Científicos de Sudáfrica, Alemania, Francia, Suiza, Nueva Zelanda, Dinamarca, Estados Unidos de América y el Reino Unido colaboraron para evaluar en qué medida el cambio climático inducido por el hombre alteró la probabilidad y la intensidad de la ola de calor.

El cambio climático causado por el hombre hizo que el evento fuera al menos 10 veces más probable

Para estimar cuánto de estos cambios observados es atribuible al cambio climático causado por el hombre, los especialistas combinaron modelos climáticos con las observaciones y destacan que todos los modelos subestiman sistemáticamente las tendencias observadas. Los resultados combinados son, por lo tanto, casi con certeza, demasiado conservadores.

Un ejemplo de esto es que, al combinar los resultados basados en el análisis observacional y del modelo, se encontraron con que, para ambas definiciones de eventos, el cambio climático causado por el hombre hizo que el evento fuera al menos 10 veces más probable. En los modelos, el mismo evento sería alrededor de 2 °C menos caliente en un mundo 1,2 °C más frío, que es un cambio de intensidad mucho menor que el observado.

Principales revelaciones del estudio

Si bien Europa experimenta olas de calor cada vez más frecuentes en los últimos años, el calor observado recientemente en el Reino Unido fue tan extremo que también es un evento raro en el clima actual. Algunos de los datos hallados se detallan a continuación:

  • Una ola de calor en el Reino Unido, similar a la que ocurrió el 18 y 19 de julio, sería aproximadamente 4 °C más fría si conserváramos las temperaturas de la época preindustrial.
  • Se estimó que las mismas temperaturas promedio de esos 2 días tienen un período de retorno de aproximadamente 100 años en el clima actual, es decir, que 1 vez cada dos años se registran 2 días de temperaturas medias de esa magnitud.
  • Mientras que el tiempo de retorno de solo 1 día con esas temperaturas máximas se estima en 1 cada 1000 años en el clima actual. Los científicos también destacan que los períodos de retorno de las temperaturas varían entre diferentes medidas y ubicaciones de la región.
  • El análisis de tres estaciones meteorológicas individuales dio como resultado que 1 día de temperaturas máximas similares en St James Park, Londres, es tan raro como 1 en 500 años. Mientras que en Durham se dan aproximadamente 1 en 1000 años y solo se esperan en promedio una vez en 1500 años con el clima actual en Cranwell, Lincolnshire.
  • Además, la probabilidad de observar las temperaturas de julio 2022 en un mundo 1,2 °C más frío es extremadamente baja y estadísticamente imposible en dos de las tres estaciones analizadas.

Salud y mortalidad en olas de calor

Las olas de calor representan un riesgo sustancial para la salud humana y son potencialmente letales. Este riesgo se ve agravado por el cambio climático, pero también por otros factores como el envejecimiento de la población, la urbanización, las estructuras sociales cambiantes y los niveles de preparación. Se estima que alrededor de mil personas adicionales murieron durante la reciente ola de calor de tres días en el Reino Unido, en el primer análisis instantáneo del número de víctimas humanas de temperaturas récord.

El análisis preliminar indica que 948 personas murieron en Inglaterra y Gales debido a las condiciones sofocantes entre el 17 y el 19 de julio. Se estima que más de la mitad, 495 personas, tenían 85 años o más, un grupo en riesgo que representa aproximadamente el 2% de la población del país.

El impacto total solo se conoce después de unas pocas semanas cuando se han analizado las cifras de mortalidad. Los planes efectivos de emergencia por calor, junto con pronósticos meteorológicos precisos como los emitidos antes de esta ola de calor, reducen los impactos y se vuelven aún más importantes a la luz de los riesgos crecientes.

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